lunes, 18 de julio de 2011

Modelo Parasitario Chino de Expansión Económica.



Hoy recibí un mail muy interesante en él cual el  Profesor  D. Julián Pavón de CEPADE-Universidad Politécnica de Madrid, explica muy claro que  China es la primera potencia del mundo y si no lo es sin duda lo será en breve. Todos conocemos tiendas de chinos, todos ellos muy trabajadores, cobran poco y no se puede decir que sean muy limpios, pero mucha gente acude a estos negocios atraídos por sus horarios, parece que no cierran nunca, y por sus precios, son los nuevos Zara.

D. Julián explica que la  China  comunista nos ha invadido y está utilizando nuestro sistema de libre mercado para hacerse con nuestro país. Los negocios de chinos, regentados por chinos, con empleados chinos, con productos chinos que han comprado a precios bajísimos y venden triplicando el capital invertido en su fabricación, son un negocio estupendo que se basa en la explotación de una mano de obra que no le importa trabajar en condiciones de cuasi esclavitud. En estos negocios  el españolito de a pie,  solo tiene una misión la de hacerles  ganar dinero,  dinero que ingresan en sus propios bancos, bancos que son controlados por China, al punto que según dicho profesor este país cuenta con 3 billones de dólares en divisas.  Según parece todos estos beneficios los están empleando para adquirir materias primas en el tercer mundo.

Alguien dijo que la crisis del siglo XXI se desencadenará por la posesión de las materias primas y las guerras serán por el mismo motivo. Pues bien, el siglo XXI ya está aquí, y no pinta bien.

Los derechos adquiridos por los  trabajadores occidentales, tales como vacaciones, horario, bajas por enfermedad, días libres, salarios mínimos, indemnizaciones por despido nos convierte en una economía nada competitiva frente a la China tal y como se está planteando en España. Aquí solo caben dos posibilidades,  uno se exige a los chinos el cumplimiento de la legislación vigente en cuanto a cierre, descanso, pago de impuestos y Seguridad Social, o privar a los trabajadores nacionales de esos derechos adquiridos. La primera posibilidad debería pasar por la modernización y dotar de rapidez a nuestra administración algo que es equivalente a resucitar un dinosaurio que como experimento es atrayente pero nadie sabe cómo hacerlo,  la segunda ya está en vías de darse, la última reforma laboral es un claro indicio de ello, si esto sigue así los españoles nos retrotraeremos a las condiciones laborales de principios de siglo, con todo lo que eso implica.

La posibilidad que le planteaba un periódico chino para la comunidad china a este profesor de expulsión  de sus nacionales, es del todo inviable dado que nuestra deuda pública la controla ese país y las materias primas están en vías de controlarlas igualmente, las represalias podrían ser tremendas para nuestra economía.

Lo único que nos queda es concienciarnos, que fabricar en China u otros países tercermundistas nos sale muy caro a nuestro bolsillo aunque inicialmente nos parezca lo contrario, que comprarles supone renunciar a nuestros derechos laborales, empobrecernos y retrotraernos en cuanto a derechos a los principios del siglo XX. Dejar de comprarles es invertir en nuestro futuro y en el de nuestros hijos y emplear el libre mercado en nuestro beneficio y no en el de  ellos.

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